sábado, 31 de marzo de 2012

El feminismo de PLL


"Nunca confíes en una chica linda con un feo secreto" dice la frase de cabecera del hit de ABC Family "Pretty Little Liars". Establece a los televidentes a esperar un cierto estilo, ya familiar, de tropa adolescente: las personas lindas hacen cosas terribles vestidas con ropas lindas. Para lo que no se prepararon los televidentes es para el sútil feminismo que corre a lo largo del programa.
Sé lo que están pensando, gentiles lectores: "¿Y ahora qué?". Quizá sea difícil de imaginar que un programa sobre cuatro chicas acosadas por su amiga asesinada, y quizá su asesino, sea un terreno propicio para la potenciación. Mientras que las chicas son aterrorizadas por 'A', aún así, nunca pierden su sentido de acción.
La premisa del programa es esta: Un año después de que su amiga Alison es asesinada, cuatro amigas se reúnen después de empezar a recibir misteriosos y amenazadores mensajes de 'A'. Las chicas tienen, cada una, su propia personalidad distintiva, incluyendo fortalezas y debilidades.
Está Aria, la creativa que siempre pareciera tener una pelea con una tienda de arte y pierde, que sale con su profesor Literatura de la secundaria. Spencer, de personalidad de alto rendimiento y tipo-A, quien tiene algo con el novio de su hermana e inmediatamente piensa que todos los que conoce son asesinos. Emily es la atleta del grupo quien se mostró como lesbiana en la primera temporada. Y terminando con el grupo, está Hanna, la popular reina abeja, quien esconde sus inseguridades y los problemas económicos de su familia, generalmente en cajas de pastas (siempre hay plata en la caja de lasagna!).
El programa es una mezcla sorprendentemente magistral de géneros como el finalizado y genial Veronica Mars. En un momento PLL es una novela adolescendente, al siguiente momento es una de asesinato y misterio, mientras que segundos después es una película de terror. Esta narrativa cambiante mantiene a las chicas adolescentes en el centro de la acción para que no se encasillen sólo en historias basadas en romances.
De hecho, se puede decir que los romances del programa son todos secundarios a la amistad de las chicas.  En PLL el amor va y viene, pero el vínculo del cuarteto se recuerda constantemente. Su amistad es la relación central del programa y todas las otras historias parten a partir de esta conexión, como los rayos de una rueda.
Un post de Huffington Post, escrito por Katie Stroch, recientemente denunció la falta de amistades auténticas entre mujeres en la televisión, citando a Leslie y Ann de la gran "Parks and Recreations" como uno de los pocos ejemplos positivos. Menciona, correctamente, que la mayoría de las relaciones femeninas en tv no pasarían el test de Bechdel.
El test de Bechdel es una simple pregunta a responder: Si dos personajes mujeres tienen escenas juntas, ¿están hablando sobre algo que no sea su vida amorosa? Es increíble cómo unas pocas películas y series de TV pasan este test. PLL, sin embargo, pasaría este test con gran éxito. Las chicas tienen un montón de cosas en su mente, además del romance. Claro que pueden compadecerse de sus vidas amorosas, pero segundos más tarde vuelven a tratar de resolver un misterio de asesinato.
Los amores de las chicas viven en otro lugar donde PLL hace algo interesante e inesperado. Casi todo interés en el amor en el programa es sospechoso de algún modo. Todo el programa muestra la paranoia de los años adolescentes, el miedo de que todos están mirándote todo el tiempo. En ningún lugar es más evidente que en las actividades románticas de las chicas. Mientras miraba con mi amigo, recientemente, noté que quizá el chico menos espeluznante del programa empezó sus corridas literalmente viviendo en la ventilación de su escuela secundaria como un Fantasma de la Ópera sin hogar. Ese fue el chico mejor ajustado al programa.
De hecho, en lugar de hacer a los hombres ítems infalibles de perfección como Edward Cullen de Twilight, los hombres en PLL son lo opuesto. La mayoría son percibidos como una amenaza hasta que ellos se muestran como amigos o enemigos. Esto, en mi opinión, actúa como una metáfora de las experiencias de las chicas adolescentes cuando empiezan a renegociar sus interacciones y relaciones con chicos y hombres en su vida.
PLL también describe los temas de la sexualidad de una chica adolescente sin prejuicios, algo raro no sólo en el ambiente sino que en la sociedad en general. Hanna empezó el programa queriendo tener sexo con su novio conservativo y vocalizando ese impulso de una manera bastante sencilla. Luego de su ruptura, eventualmente duerme con nuevo novio Caleb. Es presentado como una representación sana de su relación, sin la interminable virginidad. La historia de Emily mostrándose como una lesbiana y sus subsecuentes relaciones son tratadas exactamente de la misma manera que las de sus amigas heterosexuales, incluyendo escenas de besos e intimidad.
El programa también tiene un fuerte tema de Lolita. El romance de Aria con su profesor de Literatura del secundario es un argumento importante en el programa. Mientras tanto, si hay un chico más grande en Rosewood, las chances son que él esté saliendo o esté tratando de salir con una chica adolescente.
La postura del programa en esto es ambivalente. Mientras que muchos de estos hombres son presentados como espeluznantes, el amor de Aria por su profesor de Literatura, Ezra, es presentado como una historia de amor dramática. La única cosa que hace correcta el programa, sin embargo, es que no muestra a ninguna de las chicas como víctimas. Ellas son dueñas de su sexualidad y de sus elecciones, incluso si el televidente puede no estar de acuerdo con esas opciones. No es una imagen o mensaje perfecto para las chicas adolescentes de ningún modo. Pero permitiendo a Aria y a Spencer tener autonomía en sus elecciones románticas, les permite retener su poder, en lugar de mostrarlas como pobres víctimas de hombres mayores que buscan usarlas.
PLL usa su premisa para explorar, a través de metáforas, los dolores de crecer. En PLL, el peligro de la adolescencia está hecho literal mediante 'A', una presencia sombría que tortura a las chicas con sus propios secretos.
La adolescencia es un tiempo donde los adolescentes comienzan a descubrir sus identidades, y a veces, a esconder las partes que ellos encuentran vergonzosas. En PLL, 'A' no les permite a las chicas esconderse de sus peores miedos, sus 'yo' escondidos o sus malos comportamientos. 'A' mantiene una luz encendida en los lugares oscuros que las mentirosas tratan de esconder. Las metáforas en PLL vienen directamente del título del programa, que la adolescencia es cuando encontramos necesariamente e imposible mentirnos a nosotros mismos.
Las chicas nunca está a salvo de ser observadas. Muchas tomas en el programa son largas tomas o tomadas a través de ventanas, dando una impresión voyeurista. Está elección de dirección es inquietante y deliberada. La audiencia es constantemente recordada que las chicas son constantemente observadas. La manera en que son vistas las chicas por 'A' y otra fuerza malévola, es similar a cómo muchas de las opciones que elijen mujeres y chicas con constantemente juzgadas por las fuerzas externas. La sociedad parece sentirse titulada para juzgar el comportamiento de mujeres, cómo se visten, hablan y actúan.
PLL es un programa perfecto. Creo que ha sido largamente ignorado porque ha sido encajado como un entretenimiento para chicas adolescentes.
[...]

Fuente: Huffington Post.

Con lo único que no concuerdo, es con las críticas al estilo de Aria...
¿Ustedes qué piensan?

1 comentario:

  1. jajaja tenes razo que se mete con aria!!! aria es sinonimo de vanguardia en mi diccionario!!!! yeahh

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